Hace mucho tiempo que tengo algo que decirte y no he sabido cómo, vamos ¡No te pongas así! Sabes muy bien que sé leer tus ojos, quizá a veces no te entiendo tanto pero conozco claramente esa mirada de resignación falsa e ira contenida.
Como te iba diciendo, hace mucho tiempo que tengo que decirte algo, no sé desde cuando siento que no nos estamos comunicando. Cada vez que te veo, bueno, siento una gélida sensación y me dan ganas de huir de ti, no volver a verte ni siquiera en los momentos que debiésemos compartir más, me he hartado de ti, eso es lo que ocurre sinceramente, ya no te soporto, tus manías, tus locuras, todas aquellas idioteces que haces que te parecen tan espectaculares y ese ánimo de mierda que a veces traes a mi vida, todo eso ya no lo aguanto y quiero que desaparezcas...
...Lo dije ¿No pretendes responder nada? ¿Te vas a quedar ahí viéndome detenido como una estatua? Veo la rabia en tus ojos, sé que tienes deseos incontenibles de golpearme ¿Por qué no lo haces? ¿Por qué no descargas tu ira en mi? ¿Esperas acaso que lo haga yo primero? Ciertamente podría golpearte, destrozar tu nariz, hacer estallar tus dientes, sólo necesito un golpe certero para destruirte la cabeza ¿Te ríes? ¿Acaso realmente piensas que no puedo hacerlo? ¡IDIOTA!
No sé qué es lo que más me gusta, si la sensación de haberte eliminado o ver cómo tu sangre corre por mis manos, ¡Sí, qué hermosa sensación, el ardor de mis nudillos y tu roja destrucción! ¿Qué? ¿Aún me miras? Parece que has perdido la razón, tus ojos están desorbitados y tu mano derecha ¡Cielos, está destrozada! Un momento ¿por qué el mundo se me ha hecho tan pequeño? el baño termina de forma irregular, el techo brilla como el vidrio, todo termina en punta, la puerta a nada conduce y no tengo la percepción de profundidad y tu ríes, ríes como un loco, escucho un grito, es la voz de mi madre ¿Por qué la oyes? ¿Por qué le respondes y me miras sonriendo? ¿Qué le has dicho maldito?
- Le he dicho - me respondes- Que el espejo se ha roto y me dispongo a tirarlo.
Mi mundo da vueltas mientras tus manos me mueven y veo la bolsa y cuando la cierras mi mente se pierde en una oscura ausencia de la que no sé si saldré alguna vez.
(Carlos Marchant P.)
Como te iba diciendo, hace mucho tiempo que tengo que decirte algo, no sé desde cuando siento que no nos estamos comunicando. Cada vez que te veo, bueno, siento una gélida sensación y me dan ganas de huir de ti, no volver a verte ni siquiera en los momentos que debiésemos compartir más, me he hartado de ti, eso es lo que ocurre sinceramente, ya no te soporto, tus manías, tus locuras, todas aquellas idioteces que haces que te parecen tan espectaculares y ese ánimo de mierda que a veces traes a mi vida, todo eso ya no lo aguanto y quiero que desaparezcas...
...Lo dije ¿No pretendes responder nada? ¿Te vas a quedar ahí viéndome detenido como una estatua? Veo la rabia en tus ojos, sé que tienes deseos incontenibles de golpearme ¿Por qué no lo haces? ¿Por qué no descargas tu ira en mi? ¿Esperas acaso que lo haga yo primero? Ciertamente podría golpearte, destrozar tu nariz, hacer estallar tus dientes, sólo necesito un golpe certero para destruirte la cabeza ¿Te ríes? ¿Acaso realmente piensas que no puedo hacerlo? ¡IDIOTA!
No sé qué es lo que más me gusta, si la sensación de haberte eliminado o ver cómo tu sangre corre por mis manos, ¡Sí, qué hermosa sensación, el ardor de mis nudillos y tu roja destrucción! ¿Qué? ¿Aún me miras? Parece que has perdido la razón, tus ojos están desorbitados y tu mano derecha ¡Cielos, está destrozada! Un momento ¿por qué el mundo se me ha hecho tan pequeño? el baño termina de forma irregular, el techo brilla como el vidrio, todo termina en punta, la puerta a nada conduce y no tengo la percepción de profundidad y tu ríes, ríes como un loco, escucho un grito, es la voz de mi madre ¿Por qué la oyes? ¿Por qué le respondes y me miras sonriendo? ¿Qué le has dicho maldito?
- Le he dicho - me respondes- Que el espejo se ha roto y me dispongo a tirarlo.
Mi mundo da vueltas mientras tus manos me mueven y veo la bolsa y cuando la cierras mi mente se pierde en una oscura ausencia de la que no sé si saldré alguna vez.
(Carlos Marchant P.)