.Robé una lágrima
Y la guardé en mi corazón
En un rincón del alma
O al menos eso pensaba.
La lágrima parecía inocua,
Balanceada en su sabor,
De un peso insignificante
Sólo el peso del amor.
Y la llevé por las calles
Escondida en mi pecho
Sin que nadie imaginase
Que acarreaba sentimientos.
Pero un día, la lágrima se puso fría
Como el hielo insondable de Plutón
Y pesaba toneladas
¡Más que el tiempo! ¡Más que el sol!
Y me empezó a quemar
Cuál ácido sarnoso
Y mi alma escupió
Un torrente de sangre horroroso.
Pero quise mantener esa lágrima
En mi pecho contenida
A pesar de que mi propio cuerpo
Estaba siendo carcomido…
Un día robé una lágrima, irónico,
Pues presurosa en tus mejillas
Fue aquél diamante de agonía
Que marcó el final de nuestras vidas.
(C. Marchant)
Y la guardé en mi corazón
En un rincón del alma
O al menos eso pensaba.
La lágrima parecía inocua,
Balanceada en su sabor,
De un peso insignificante
Sólo el peso del amor.
Y la llevé por las calles
Escondida en mi pecho
Sin que nadie imaginase
Que acarreaba sentimientos.
Pero un día, la lágrima se puso fría
Como el hielo insondable de Plutón
Y pesaba toneladas
¡Más que el tiempo! ¡Más que el sol!
Y me empezó a quemar
Cuál ácido sarnoso
Y mi alma escupió
Un torrente de sangre horroroso.
Pero quise mantener esa lágrima
En mi pecho contenida
A pesar de que mi propio cuerpo
Estaba siendo carcomido…
Un día robé una lágrima, irónico,
Pues presurosa en tus mejillas
Fue aquél diamante de agonía
Que marcó el final de nuestras vidas.
(C. Marchant)